LES, REFLEXIÓN - DOMINGO

LES, Reflexión - domigo 09 de Junio
El tema de esta mañana nos invita a meditar sobre una de las paradojas más profundas de la vida humana: cómo puede haber hambre, sufrimiento y pérdida en un mundo creado por un Dios amoroso y todopoderoso.
El relato de Rut comienza con una contradicción aparente: una gran hambruna azota Belén, una ciudad cuyo nombre significa “casa del pan”. Este nombre nos conduce a mirar hacia el pasado, “al huerto del Edén” donde Dios bendijo a Adán y Eva, y le dijo: “puedes comer de todo árbol del huerto” (Gn 2: 16).
Dios creó al ser humano para vivir plenamente, en armonía con Él y con la creación. Lamentablemente, la rebelión contra Dios quebrantó ese orden perfecto, trayendo como consecuencia sufrimiento, escasez y muerte.
El Edén, es un símbolo de abundancia y comunión con Dios, pero fue sustituido por un mundo donde el trabajo arduo y el dolor son parte de la experiencia cotidiana.
No obstante, aun en medio de la necesidad, la Biblia revela un Dios que no se ha retirado de la historia humana.
La historia de Rut es un recordatorio esperanzador: Dios transforma el sufrimiento en bendición, y la escasez en provisión, cuando nos volvemos a Él con fe.
¿Cuál es la reflexión para nosotros?
Hoy también vivimos en una “casa del pan” donde muchas veces hay hambre: espiritual, emocional y física. Sin embargo, las crisis del mundo moderno nos recuerdan nuestra fragilidad y la necesidad de volver a Dios. Como Rut y Noemí, podemos confiar en que, aunque enfrentemos tiempos difíciles, Dios sigue presente, obrando en medio del dolor.