LES, REFLEXIÓN - GRANIZO, LANGOSTAS Y OSCURIDAD.

LES, Reflexión jueves 24 de julio.
Las plagas enviadas por Dios a Egipto no fueron simples catástrofes naturales, sino actos cuidadosamente dirigidos para destruir el sistema religioso egipcio. El granizo, las langostas y la oscuridad, descritas en Éxodo 9 al 10, atacaron directamente la creencia en deidades como Nut (diosa del cielo), Osiris (dios de la fertilidad y las cosechas), Seth (dios de la tormenta y el desorden), y Ra (el dios solar). Estas plagas dejaron al descubierto que los ídolos egipcios no eran más que invenciones humanas incapaces de detener el juicio del Dios verdadero.
Cada plaga era un mensaje claro: no hay otro Dios fuera de Jehová. A pesar de ello, el faraón endureció su corazón. Viendo a la nación devastada los consejeros del faraón le rogaron que dejara ir al pueblo, ellos reconocían que la mano de Dios estaba sobre ellos. Pero la soberbia del faraón no le permitió reconocer que estaba equivocado, ni aceptar que necesitaba rendirse ante un poder superior.
Aunque reconoció que había pecado contra el Dios de los hebreos, no estaba dispuesto a someterse por completo, y dar libertad completa.
Pero con Dios no se negocia a medias. Él pide obediencia completa.
Aplicación.
El orgullo humano es capaz de cegarnos al punto de preferir el sufrimiento antes que la sumisión. La disciplina divina tiene el propósito de salvar, pero solo produce fruto en un corazón dispuesto a cambiar. El faraón, a pesar de haber visto milagros, señales y advertencias, no se rindió. Así se cumplió el principio bíblico: “La soberbia precede a la ruina, y la altivez de espíritu a la caída” (Proverbios 16:18).