LES, REFLEXIÓN - JUEVES 10 DE JULIO

LES, Reflexión jueves 10 de julio.
La historia de Moisés en el camino hacia Egipto es interrumpida por un episodio que ha llamado la atención a muchos estudiantes de la Biblia.
Éxodo 4: 24 dice que “aconteció que, en el camino, Jehová le salió al encuentro y quiso matarlo”
Puede parecer desconcertante al lector este pasaje. ¿Cómo es posible que Dios, después de llamarlo, quisiera matarlo? El pasaje revela una verdad profunda: obedecer parcialmente no es suficiente cuando se trata del llamado de Dios.
Moisés había aceptado la misión, pero había descuidado un detalle esencial: la circuncisión de su hijo menor, un requisito del pacto con Dios (Génesis 17:10-11). La obediencia parcial es, en esencia, desobediencia. Este episodio nos muestra que el llamado divino requiere un compromiso total, incluso en los detalles que podrían parecer pequeño.
La intervención de Séfora, quien rápidamente circuncida a su hijo y toca con el prepucio ensangrentado los pies de Moisés, revela cómo el cumplimiento del mandato divino trae vida, protección y restauración. A través de este acto, el pacto fue afirmado y la vida de Moisés fue preservada.
Elena de White lo explica con claridad: Moisés había postergado la obediencia por temor o presión familiar, pero Dios no podía permitir que su mensajero actuara con negligencia en asuntos sagrados. La misión de liberar a Israel exigía una vida íntegra y sujeta por completo a la voluntad divina.
Aplicación:
Esta historia nos confronta con una pregunta vital: ¿Estamos dejando cosas sin resolver en nuestra vida espiritual? ¿Hay áreas donde sabemos lo que debemos hacer, pero lo estamos postergando? La obediencia no puede ser selectiva. Dios espera una entrega total, incluso en lo que nos resulta difícil o sencillo. Hoy es un buen momento para revisar nuestro compromiso con Dios y hacer los cambios necesarios, antes de que el descuido ponga en peligro nuestra vida y la misión que Él nos ha encomendado.