LES, REFLEXIÓN - LA PASCUA

LES, Reflexión lunes 28 de julio.
En la lección de este día vemos que Dios instruye al pueblo de Israel sobre las acciones en la pascua. La Pascua fue mucho más que una comida especial antes del éxodo; fue una orden divina cargada de significado espiritual. Mientras el pueblo esperaba instrucciones logísticas para huir de Egipto, Dios les pidió algo inesperado: detenerse, preparar un cordero, y celebrar una cena solemne con sus familias.
Esto nos enseña que, aun en momentos de crisis o cambio, Dios nos llama primero a adorarle y a confiar en su provisión.
Cada hogar debía sacrificar un cordero sin defecto, untar su sangre en los postes de la puerta, y consumirlo completamente aquella noche. Esta sangre marcaría la diferencia entre la vida y la muerte durante la última plaga. Así, la Pascua se convirtió en un acto de fe, un símbolo poderoso de salvación: Dios "pasaría por alto" a los que creyeran y confiaran en su palabra. Esto era un anticipo del sacrificio de Cristo, el verdadero Cordero de Dios, cuya sangre nos libra de la condenación eterna.
Además, Dios ordenó que esta celebración se repitiera cada año, no solo como un recuerdo histórico, sino como una renovación de la fe, una enseñanza para los hijos, y un testimonio de la identidad del pueblo de Dios. La Pascua mantenía viva en la memoria colectiva la fidelidad divina.
Aplicación:
Aunque hoy no celebramos la Pascua literal, su significado permanece vigente. Recordamos que la salvación viene solo por la sangre de Cristo, y que somos llamados a vivir cada día como un testimonio de su gracia.
Así como Dios protegió a Israel por la sangre del cordero, nosotros somos cubiertos por el sacrificio del Salvador.