LES, REFLEXIÓN - LABIOS INCIRCUNCISOS

LES, Reflexipon miércoles 16 de julio

Dios prometió a Moisés que liberaría al pueblo de Israel. Bajo esta promesa, parecía que las cosas no serían difíciles. Sin embargo, cuando se presentó al faraón, se encontró con el rechazo, además el pueblo sufrió el aumento de sus jornadas laborales, esta realidad condujo al desaliento del pueblo. “ellos no escuchaban a Moisés, debido al desaliento que los embargaba a causa de la dura servidumbre” (Éxo. 6: 9).

Imagina el gozo que sintió el pueblo al ver las señales divinas por medio de Moisés, creyeron que sus cargas serían aligeradas y su libertad una cuestión de tiempo, pero ante el pedido de Moisés, el pueblo recibe mayor opresión.   

Esto estremeció la fe de Moisés, y se sintió incapaz, le dice a Dios “los hijos de Israel ¿Cómo me escuchará el faraón, a mí, que soy de labios incircuncisos? (v. 12), es decir, sin habilidad, sin autoridad, sin poder para cumplir el llamado divino.

Esta escena representa a todos aquellos que, después de un encuentro profundo con Dios, se enfrentan a una realidad dura, donde el dolor, la indiferencia o la oposición parecen contradecir la palabra divina.

Así como Moisés, muchas veces nos desanimamos cuando las cosas no salen como esperamos. Nos sentimos frustrados, vacíos, incluso abandonados por Dios. Pero en medio de esa lucha, el Señor nos recuerda: “Yo haré de ustedes mi pueblo y seré su Dios” (Éxodo 6:7).

Esta repetición de la promesa es una invitación a renovar nuestra confianza y mantenernos firmes en su promesa, aunque no veamos resultados inmediatos.

Aplicación:
Cuando te sientas desanimado y sin fuerzas, recuerda que Dios no ha dejado de obrar. Entrégale hoy tu desaliento y confía en Él.