LES, REFLEXIÓN - RUT Y BOOZ.

LES, Reflexión - Lunes 09 de junio.

Noemí, al regresar a Belén tras perder a su esposo y a sus dos hijos, se sintió vacía y derrotada. Su dolor la llevó a decir: “No me llaméis Noemí, sino Mara” (Rut 1:20), que significa “amargura”. Ella Había salido llena, con sueños, familia y un futuro; pero volvió con las manos vacías, acompañada solo por su nuera moabita y también viuda.

Esta historia ilustra los efectos del pecado. Nuestros primeros padres lo tenían todo, pero por causa del pecado lo perdieron todo. Y hoy al igual que Ruth tenemos pasar la vida  espigando las  migajas de la verdadera felicidad que nos ofrece este mundo.

Sin embargo, todo comienza a cambiar en la vida de Ruth al llegar a espigar a los campos de BOOZ. (2:5-20). Lo que parece un acto casual es, en realidad, una dirección divina.

Booz no es un simple granjero amable. Es un pariente redentor, alguien que tiene el poder legal de restaurar la herencia perdida de Noemí y de ofrecer un nuevo futuro a Rut. Al enterarse Noemí de quién era Booz, sus palabras cambian de tono: ya no habla como Mara, sino como alguien que vuelve a vislumbrar luz en la oscuridad.

Booz es un reflejo de Cristo. No solo es poderoso, sino también pariente: del mismo modo, Dios se hizo carne, para ser nuestro Redentor. Él no vino simplemente a observar nuestro sufrimiento, sino a redimirlo. Él no nos ofrece solo compasión, sino restauración. Él no nos deja como espigadoras de las sobras, sino que nos invita a su

¿Cuál es el mensaje para nosotros?

Jesús, se hizo hombre para librarnos de las consecuencias del pecado y la muerte Pueda que estes experimentando dolor y frustración porque las cosas no terminaron como esperabas o incluso sentir que estas solo o sola en este mundo. Recuerda que, como Rut, puedes estar más cerca de tu redención de lo que imaginas. Cristo, nuestro Pariente Redentor, ya ha provisto lo necesario para restaurar nuestra herencia espiritual.