LES, REFLEXIÓN - VINO Y SANGRE.

LES, Reflexión miércoles 28 de mayo.
La lección de este día nos invita a reflexionar sobre la seriedad del juicio divino.
El Salmo 75 presenta a Dios como un juez justo que humilla a los soberbios y exalta a los justos. El salmista dice: “dije a los insensatos: ¡No os jactéis! Y a los impíos ¡No os enorgullezcáis! No hagáis alarde de vuestro poder, no habléis con cerviz erguida. Pues Dios es el juez; a este humilla y a aquel enaltece. Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él lo derrama del mismo; Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra” (v. 4 - 5, 7 - 8).
Independientemente de las decisiones humanas, llegará un momento en que Dios intervendrá directamente para corregir lo que está mal, pero esa intervención no será arbitraria, sino justa y definitiva.
“El cáliz” o “la copa” en la mano de Jehová, simboliza al juicio de Dios, y “el vino fermentado” la ira de Dios. La ira divina, no es un arrebato emocional, sino una respuesta al rechazo incesante de su gracia impartida. Una respuesta a la adoración falsa. Apocalipsis 14: 9 – 12 dice: “si alguno adora a la bestia y su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá la copa de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de sui ira…”
¿Cuál es la reflexión para nosotros?
Cristo bebió tomó simbólicamente en Getsemaní y en la cruz, la copa de la ira de Dios por nosotros, para que no tuviéramos que hacerlo nosotros. Por eso, este versículo no solo nos confronta con la realidad del juicio, sino que también nos invita a valorar el sacrificio de Cristo, quien murió en nuestro lugar.